Razón VS Corazón
A veces me pregunto por qué los tiempos de la razón y el corazón no
son los mismos. Sería todo más sencillo si así lo fuera.
Si cuando la razón te dice la verdad y el corazón la siguiera o viceversa… todo sería más simple.
La razón generalmente gana, pero el corazón sigue batallando y aunque la pelea esté ganada, nunca termina hasta que el corazón dice basta.
Cuando pasa el tiempo, la razón gana, pero costó más de lo esperado
porque el corazón no quiere rendirse y pide siempre un round más.
Y cuando ya estás en knock out y no podés levantarte antes de los
10 segundos, la razón te dice: “tenía razón” pero seguiste apostando
al corazón.
Cuando la razón, no tiene razón acepta sin más su rendición y le
admite al corazón que su pálpito era acertado.
Estamos sometidos a sus tiempos distintos, mientras ellos combaten, nosotros estamos expectantes.
El corazón es instintivo, se nutre de la pasión, se nutre de la esperanza y el amor. El corazón confía en su instinto y desconfía de la razón.
La razón confía en los hechos, es amigo de la realidad y del sentido
y cree que el corazón no es prudente.
Son un matrimonio, el uno no puede vivir sin el otro. Somos testigos de sus miles de embates y somos bendecidos cuando coinciden,
algo que sucede cada milenio.
La razón analiza, es más lenta, va con pie de plomo y el corazón se
zambulle sin medir consecuencias.
A nadie le importa la sabiduría de la razón porque siempre le apostamos al irracional corazón… que nos condena o no a su pálpito.
Romina Mariel Bruno, Cortitos y al papel 📚 @autoresdeargentina
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